Como misteriosamente la gente sigue leyendo este blog (no entiendo porqué), cuelgo aquí una guía que he hecho para mis compañeros de hermandad. Ahora mismo no estoy raideando en serio, voy con mis amigos y familiares y bueno, no avanzaremos como lo hacíamos antes, pero oye, al menos me echo unas risas, que supongo que a fin de cuentas es lo importante en el juego (acabé muy muy quemada la última vez). La vida da muchas vueltas, gente, y os aseguro que a mi me las ha dado desde la última entrada a este blog. Ni siquiera sé si lo retomaré, pero vamos, que siempre que alguien necesite ayuda, que me pregunte, que si está en mi mano y en mi conocimiento, responderé.
Bueno, primero de todo decir que no
soy ninguna experta en el tema, ni siquiera soy una jugadora
excepcional manejando al sacerdote, pero si alguna cosa tengo es
experiencia a lo largo de muchos años como sanadora y eso es lo que voy a
intentar aportar a las personas que necesiten saber como manejar a un
sacerdote sagrado. Por supuesto, estoy abierta a sugerencias. Me
gustaría también añadir que creo fervientemente en que cada persona
debería conocer bien su clase y que nadie juega igual, es probable que
otra persona use a su personaje de una forma distinta a la mía y deba
utilizar otras habilidades o dar prioridad a otras estadísticas.
Habilidades fundamentales
Aquí a tope mi Josslyn con su pozo de luz, santuario y casteando Rezo de sanación. Nótese la mirada del guardia de fondo pensando "La comandante se ha vuelto loca del todo". |
No
existe una rotación para el sacerdote sagrado. Ni la hay ahora, ni la
habrá nunca, porque sanar depende principalmente del conocimiento, del
jefe, de tus habilidades manuales y visuales y de tus compañeros. Otro
punto importantísimo es conocer a los sanadores con los que suelas ir,
porque tus sanaciones se complementan a las de ellos.