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lunes, 9 de mayo de 2011

Reencuentros



Josslyn regresó cansada y anímicamente agotada de su batalla contra la Plaga en Rasganorte. El Cataclismo de Azeroth la cogió ocupada acabando de combatir contra los últimos no-muertos y ayudando a sanar y confortar a las tropas de la alianza que debían volver del encuentro contra el rey Exánime.

Había notado lo que habían llamado Cataclismo, el temblor que sintió bajo sus pies no pudo ser normal, pero en Rasganorte, sus efectos apenas se habían dejado notar. Cuando llego a Ventormenta, pudo apreciar los primeros efectos de toda la destrucción: el cuartel había desaparecido y ahora había sido tomado por el Martillo Crepuscular, una secta que ella había combatido en Silithus y que parecía, por alguna extraña razón, que había tomado más fuerza ahora. Tal cual como desembarcó, un druida del Monte Hyjal le pidió su ayuda, y a Josslyn no le quedó más remedio que aceptar... y volver a partir.

No fue hasta dos meses más tarde cuando la sacerdotisa pudo llegar a su casa en Forjaz. Dejó la mochila en el suelo, cogió agua de la plaza y se dispuso a calentarla para darse un enorme baño de esos que no tomaba desde hacía mucho tiempo y es que los bañitos en la playa de Tol Barad y en Vash'jir no contaban mucho a la hora de relajarse, a una no le gusta que le persigan no muertos y nagas enfadadas por doquier.

Fue entonces cuando llamaron a la puerta. Josslyn con la toalla ya en la cabeza abrió la puerta con el ceño fruncido. Delante de ella estaba plantado uno de los jóvenes sacerdotes del templo. Su morena y corta barba denotaba su juventud y su nerviosismo era visible. Había sido acólito suyo antes de que partiera a Rasganorte.

- ¡Sacerdotisa Josslyn! - exclamó con efusividad, levantando los brazos.- ¡Ha pasado una desgracia, una desgracia horrible!

La enana abrió los ojos con sorpresa.- ¿Qué ha pasado?

- ¡Nuestro rey, Magni, es terrible!

- ¿Qué le ha pasado al rey? - el joven enano no dejaba de tartamudear y Josslyn le dio una colleja como en los viejos tiempos. Finalmente reaccionó.

- Está en el Viejo Forjaz, sacerdotisa Josslyn...

- Pero esa zona... ¿no estaba prohibido su paso? - preguntó. La entrada al viejo Forjaz se encontraba en la sala del trono y era el lugar en donde se enterraban a los reyes enanos. Josslyn negó con la cabeza. - ¿Estás diciéndome que el rey Magni está muerto? ¿Es eso? ¡responde! - le movió por los hombros, afectada. Había escuchado algunos rumores sobre que algo había pasado en Forjaz mientras estaba ayudando a sus camaradas del Martillo Salvaje, pero estaba demasiado ocupada como para prestarle atención. El joven sacerdote asintió levemente.

- Es peor que eso...

Josslyn no necesitó escuchar nada más, se quitó la toalla de la cabeza, se puso su capucha, aún manchada de sangre, y se calzó las botas. Se dirigió a la sala del trono y entró. Entonces vio que efectivamente, el rey Magni no estaba en su trono, y que había sido reemplazado por otros tres.

Se acercó con paso presto y seguro y miró hacia arriba en el estrado. Allí estaba Muradin Barbabronce, Falstad Martillo Salvaje y Moira. Ésta era la única hija legítima del rey, pero no había hecho más que traer desgracias a la casa Barbabronce. Se hizo creer que los enanos de hierro la habían secuestrado y que había estado hechizada cuando el emperador Dragan Thaurissan la tomó como esposa. Inocentes. Ella sabía la verdad, lo había visto en la ciudad de los enanos de hierro.

Moira rió cuando la vio entrar: - Vaya, que han traído los grifos hasta aquí, la sacerdotisa Josslyn Forjaluz.

- No deja de sorprenderme que tengas la desfachatez de venir aquí, a Forjaz, con tu pequeño bastardo, y a sentarte en un trono que no te corresponde.

- ¿Cómo te atreves a decir eso, sucia bastarda?- dijo con rabia la emperatriz. Muradin se interpuso entre ellas.

- Basta. Sacerdotisa Josslyn, es una alegría verte nuevamente aquí, pensábamos que estabas en las Tierras Altas Crepusculares aún combatiendo el Martillo Crepuscular.

- Sí, estaba, pero decidí tomarme un descanso. Hacía más de un año que no pisaba ni mi casa ni mi templo, así que estaba en ello cuando me dieron... la noticia.- El semblante serio de Muradin Barbabronce se endureció un poco más. Bajó del estrado y la acompañó a una puerta cercana.

Josslyn la conocía perfectamente. Aunque nunca había entrado, conocía que aquel lugar era sagrado para todos los enanos. - Es el momento que bajes, creo que como sacerdotisa de Forjaz y después de todo lo que has hecho por nosotros, te mereces verlo. Encontrarás al consejero Balgrun abajo.

La enana asintió y entró al túnel descendente tras las pesadas puertas de hierro. El polvo se levantó con cada paso que daba y las telarañas colgaban, olvidadas incluso por sus dueñas tiempo atrás. Ese pasillo vetusto dio a una gran bóveda natural de piedra, iluminadas por blandones crepitantes, el único sonido que se escuchaba.


Los guardias la miraron al llegar y asintieron. Josslyn subió unas escaleras empinadas y lo que vio la dejó muda. En medio de una sala que parecía el laboratorio de un mago, permanecía intacto la figura de un enano tallado en diamante. Los rasgos le parecieron terriblemente conocidos, era el rey Magni.

Se postró ante sus pies y notó que un par de lágrimas rodaron por sus mejillas. Eran de impotencia y de rabia. Había prometido proteger a las gentes de Forjaz cuando hizo sus votos, y no estuvo allí para ayudar a la persona más importante, su rey.

- ¿Cómo ha podido pasar esto? - miró de lado al consejero Belgrun.- ¿Cómo lo has permitido?

El enano tenía la cabeza agachada. : - Las tablas de los titanes que encontramos en Ulduar... tenían un enorme poder... pero no eran seguras... su majestad pensó en su pueblo antes que en él mismo... yo no quería... pero insistió...

Josslyn se levantó y se dirigió a él. - ¿Hay alguna manera de revertir el proceso?

El consejero Belgrun negó con la cabeza.- Estamos investigándolo, pero aún no tenemos respuesta alguna. - Josslyn asintió y se dio la vuelta, bajando por las escaleras. Un gran pesar había recaído sobre ella.

- Si hay algo que pueda hacer... házmelo saber. Sabes que iré. - y abandonó la sala para volver a casa.

Próximamente,
Who's the tank.

6 comentarios:

  1. ???? y ese video de Youtube?? XD

    Exo

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  2. Qué mejor que para comenzar una telenovela la intro de una telenovela mítica, Cristal.

    A lo mejor te cogió muy joven esa época xD

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  3. ¬¬ yo es que era mas de agujetas de color de rosa ¬¬

    Exo

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  4. Jajajajajaa, no sé porqué pero me lo imaginaba xDDD

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  5. Me empiezo a leerlo.... y yo pensando... "esto me suena, ¿de que me suena a mi?". He tardado 3 parrafos en darme cuenta que es que esto es lo que me pasaste por el msn el otro día... para que veas lo atontado que vengo de empollar XDD

    Para cuando mas historias de Jossy?

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  6. Para cuando me inspire. Es probable que salgan otros personajes "reales" como compañeros de la hermandad.

    Se pusieron contentos cuando se lo dije xD

    A lo mejor te resucito como pnj, Zhozho.

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